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Haciendo un poco de historia podemos dividir la evolución de los porteros eléctricos en tres generaciones: la primera fue la de los porteros eléctricos con baterías, la segunda agregó transformadores y discriminó la corriente continua para el audio y la alterna para el circuito de llamada y así aparecieron las centrales de portería y los primeros sistemas con video. La tercera generación incorporó equipamiento y circuitos electrónicos e hizo renacer el auge de las centrales de portería. Salvo los elementos de la primera generación, los últimos sistemas son compatibles entre sí.
El panorama actual en detalle
A partir de la década de 1990, han aparecido en nuestro mercado una gran variedad de sistemas de portero eléctrico: porteros electrónicos, porteros telefónicos, porteros con sistema de llamada digital para reducir el cableado y videoporteros más económicos y al alcance de una familia de clase media.
Los sistemas más elaborados incluyen control de accesos, interfaces con PC, y otras automatizaciones derivadas del concepto de los edificios inteligentes. A la vez, en nuestro mercado, cobra importancia la figura del conserje, quien está las 24 horas atendiendo la entrada y salida de personas del edificio a través de una consola que lo comunica con los departamentos y el frente de calle.
Asimismo, en los barrios cerrados, se hizo imperioso un nuevo sistema de comunicación más fluido entre el controlador del acceso y las casas, incluso la comunicación de las casas entre sí.
¿Cómo responde el consorcista que ya tiene un sistema ante las nuevas tecnologías?
Lamentablemente, las constantes crisis económicas han jugado en contra de la evolución y la renovación o recambio natural de las instalaciones, las que en algunos casos todavía están conformadas por elementos con más de treinta años de uso.
La falta de un servicio técnico especializado y actualizado tecnológicamente tanto como la falta de repuestos originales o de productos de calidad han convertido a muchas instalaciones en sistemas frágiles.
También por las crisis, el electricista de obra ha tomado bajo su responsabilidad la tarea de los cableados e instalaciones de baja tensión.
Para resumir, podemos decir que la demanda, tanto en el tema de la renovación de los sistemas que ya han quedado obsoletos, como en la apropiada manutención de los sistemas existentes, o la ampliación en pos de adaptarlos a los nuevos requerimientos de seguridad, es prácticamente nula. El mercado se ha mostrado muy lento de reflejos con respecto a un tema tan importante como es su propia seguridad.
Por qué un técnico matriculado en CAEPE
Los sistemas de comunicación en los edificios son sistemas integrales, como el tendido eléctrico y las cañerías de gas y luz: con que haya un eslabón débil en la cadena será suficiente para que se rompa, y no basta con elegir los mejores materiales o los más caros, todo puede ser inservible debido a una mala diagramación inicial o a la falta de mantenimiento.
Podemos distinguir varios sistemas de comunicación que se instalan en los edificios, empresas y comercios: portero eléctrico convencional, portero electrónico, portero telefónico, videoportero, circuito cerrado de TV, intercomunicador de palier, intercomunicador de ascensor, central de conserjería, control de accesos, sistemas de intercomunicación hospitalarios o para supermercados.
Estos sistemas no solamente requieren conocimiento a la hora de conectarlos, sino también la suficiente experiencia y dominio del producto para asegurar que su funcionamiento será el adecuado y no una fuente de problemas.
Un instalador capacitado tiene un panorama completo de todas las marcas y modelos disponibles, el objetivo de esta cámara (CAEPE) al integrar fabricantes junto con instaladores y servicio técnico es hacer las veces de nexo entre ellos para que unos estén informados del desempeño de sus productos en la plaza, y los otros tengan acceso a información técnica, soluciones puntuales y novedades tecnológicas directamente de las fuentes y no por intermedio de revendedores, que la mayoría de las veces desconocen en detalle las aplicaciones del producto que están vendiendo.
La labor del técnico va mas allá de la simple reparación, previo a la diagramación de una instalación nueva es importante la consulta con un especialista dado que se determina qué tipo de sistema es el adecuado para cada caso. Incluso la supervisión posterior del correcto funcionamiento de los sistemas debería ser tarea de personal capacitado.
El diseño de las cañerías es fundamental a la hora de diagramar una instalación en un edificio. Hay una gran diferencia entre el criterio del electricista y el del técnico experimentado a la hora de disponer montantes, cajas de empalme e incluso la ubicación de los aparatos dentro de cada departamento. Además, habría que estudiar si el lugar más indicado para instalar el portero es la cocina y si no habría que agregar, por lo menos, cañería para que se pueda colocar otro aparato o un repetidor, en otros ambientes.
La buena calidad de los materiales utilizados y la disponibilidad de repuestos es esencial, debido a la importación indiscriminada de sistemas sin soporte técnico ni repuestos.
Este tipo de decisiones no puede dejarse librado al criterio del electricista de obra o al instalador improvisado, del mismo modo que el técnico en porteros eléctricos no determina ni interviene en el diseño de la instalación eléctrica del edificio.
En una sociedad que se preocupa por la seguridad, llama la atención la precariedad de algunas instalaciones antiguas que no brindan un sistema de comunicación acorde en edificios. A la vez, los nuevos sistemas suelen requerir de conocimientos técnicos con los que no cuenta un electricista. Y se suma a esta situación la falta de repuestos o la sobreabundancia de productos de mala calidad en el mercado. Con este panorama es imperiosa la asistencia de un técnico especializado.
Además, sería positivo que los administradores de consorcios realicen un análisis y, de ser necesario, un replanteo de sus actuales instalaciones a fin de poder agregarle, si es necesario, los elementos necesarios para aumentar la seguridad de sus edificios. El agregado de sistemas de video y de cerraduras más robustas podría ser el primer paso en ese sentido. Otro paso debería ser el concientizar a los consorcistas de la importancia del buen funcionamiento de los sistemas de comunicación. |
