Las tendencias en diseño de iluminación no deben desatender cuestiones esenciales que se deben tener en cuenta a la hora de iluminar cualquier espacio.
En el mundo de la iluminación, las tendencias están en constante evolución, reflejando no solo cambios estéticos sino también avances tecnológicos. Esto representa un desafío para las fábricas de luminarias, que deben proponer soluciones, no solo funcionales sino también, contemporáneas y estéticamente atractivas.
La iluminación inteligente es otra área de rápido crecimiento, con sistemas que permiten controlar la iluminación a través de dispositivos inteligentes.
A continuación, algunas de las tendencias mundiales en diseño de iluminación:
- Minimalismo: esta tendencia sigue dominando el diseño de interiores y de iluminación, favoreciendo líneas limpias y formas simples que se integran sin esfuerzo en cualquier espacio.
- Uso de colores: mientras que el minimalismo se centra en lo esencial, la experimentación con colores se ha vuelto más popular, especialmente en espacios comerciales y hospitalarios.
- Sostenibilidad y eficiencia energética: más que nunca, el diseño de iluminación se inclina hacia soluciones sostenibles como tecnología led, con menor impacto ambiental y reducción significativa en los costos de energía.
- Integración tecnológica: la iluminación inteligente es otra área de rápido crecimiento, con sistemas que permiten controlar la iluminación a través de dispositivos inteligentes.
La iluminación correcta de un espacio siempre debe considerar la potencia lumínica en función de las tareas que allí se llevarán a cabo.
Por supuesto, cualquiera sea la tendencia en diseño, la iluminación correcta de un espacio siempre debe considerar la potencia lumínica en función de las tareas que allí se llevarán a cabo.
La potencia lumínica, medida en lúmenes, expresa cuánta luz emite una fuente, pero, ¿cómo afecta esto realmente a la sensación en un espacio? La experiencia de la iluminación va más allá de los simples números; influye en cómo se sienten las personas y cómo interactúan con su entorno.
Al respecto, vale destacar las diferencias entre un lugar de trabajo o un hogar. Una oficina bien iluminada es capaz de reducir la fatiga ocular y, de esa manera, aumentar la productividad de sus ocupantes. Una alta potencia lumínica combinada con una temperatura de color adecuada (como 5.000 °K) puede crear un ambiente de trabajo activo.
En el hogar, en cambio, donde se busca comodidad y descanso, la potencia lumínica suele ser menor a fin de fomentar un espacio relajante: luces con menor lumen y una temperatura de color cálida (alrededor de 2.700 °K).
La potencia lumínica, medida en lúmenes, expresa cuánta luz emite una fuente, pero, ¿cómo afecta esto realmente a la sensación en un espacio? La experiencia de la iluminación va más allá de los simples números; influye en cómo se sienten las personas y cómo interactúan con su entorno.
Al respecto, vale destacar las diferencias entre un lugar de trabajo o un hogar. Una oficina bien iluminada es capaz de reducir la fatiga ocular y, de esa manera, aumentar la productividad de sus ocupantes. Una alta potencia lumínica combinada con una temperatura de color adecuada (como 5.000 °K) puede crear un ambiente de trabajo activo.
En el hogar, en cambio, donde se busca comodidad y descanso, la potencia lumínica suele ser menor a fin de fomentar un espacio relajante: luces con menor lumen y una temperatura de color cálida (alrededor de 2.700 °K).
Una oficina bien iluminada es capaz de reducir la fatiga ocular
Por Italavia
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