Consejos sobre cómo actuar y qué conviene hacer ante un corte de luz.
Con este mismo título, publicamos en abril de 2017 (disponible en https://www.editores.com.ar/sites/default/files/ie319_miravalles_cortes_...) nuestra arenga a favor del paradigma ACR (arquitectura circuital redundante o arquitectura circuital racional). Una sigla con un oxímoron aparente pero que, entre otras ventajas, el distinguir los circuitos esenciales de otros que no lo son posibilita la inserción rápida y segura de un grupo electrógeno propio, alquilado o comunitario sobre la carga esencial en caso de emergencia electroenergética.
El apagón internacional del día del padre de 2019, su réplica de mediados de enero del corriente año 2022 y la escasez de gas a las puertas del invierno nos conduce a difundir experiencias de colegas recogidas recientemente.
El apagón internacional del día del padre de 2019, su réplica de mediados de enero del corriente año 2022 y la escasez de gas a las puertas del invierno nos conduce a difundir experiencias de colegas recogidas recientemente.
Los reclamos
Las distribuidoras suelen establecer la prioridad de atención en función de la concentración geográfica de los reclamos; es por ello que cuando hay un problema, se deben enviar rápidamente todos y cada uno de los reclamos correspondientes a una cuadra, manzana o barrio, aunque parezca redundante, y no descansar en la posibilidad de que otros hayan reclamado antes.
Por todo ello, un colega tomó nota de todos y cada uno de los números de cuenta de todos y cada uno de sus clientes, y les brindó el servicio de reclamar cuando no hubiera luz. Pero como en la primera oportunidad también nuestro colega se había quedado sin luz, tuvo que afrontar en carne propia la problemática de las linternas que no funcionan, los celulares descargados y los modernos teléfonos fijos colgados de Internet que, sin electricidad, no funcionan.
Por todo ello, un colega tomó nota de todos y cada uno de los números de cuenta de todos y cada uno de sus clientes, y les brindó el servicio de reclamar cuando no hubiera luz. Pero como en la primera oportunidad también nuestro colega se había quedado sin luz, tuvo que afrontar en carne propia la problemática de las linternas que no funcionan, los celulares descargados y los modernos teléfonos fijos colgados de Internet que, sin electricidad, no funcionan.
Las linternas
Las linternas nunca están disponibles cuando son necesarias. Sus pilas, por más alcalinas que sean, siempre terminan corroyendo contactos, bien lo sabemos los electricistas, resignados a usar la linterna del celular (siempre que hayamos tenido la suerte de tener reserva de batería).
El teléfono de línea no dejaba de funcionar ante un corte de luz, e incluso le proporcionaba energía suficiente para alimentar un pequeño led
Los teléfonos
Los teléfonos son imprescindibles a la hora de hacer reclamos. Nuestros clientes resignaron sus teléfonos de línea (para ahorrar, “viste”) sin que nadie les advirtiese que, sin luz, no hay teléfono porque dependen de un rúter, etcétera.
Nuestro colega, en cambio, forzado por la circunstancia, advirtió que el teléfono de línea no dejaba de funcionar ante un corte de luz, e incluso le proporcionaba energía suficiente para alimentar un pequeño led gracias a la gran batería ininterrumpible de la central telefónica, que vincula por línea física a todos y cada uno de los teléfonos clásicos a ella asociados.
Nuestro colega, en cambio, forzado por la circunstancia, advirtió que el teléfono de línea no dejaba de funcionar ante un corte de luz, e incluso le proporcionaba energía suficiente para alimentar un pequeño led gracias a la gran batería ininterrumpible de la central telefónica, que vincula por línea física a todos y cada uno de los teléfonos clásicos a ella asociados.
Los grupos electrógenos
Los grupos electrógenos comunes son peligrosos por los vapores explosivos de la nafta; los gasoleros son más costosos y pesados y quedan descartados a causa de la más que anunciada escasez de su alimento sumada a la generación eólica y/o solar demorada por ahora a causa de su elevado costo inicial.
Nuestro colega se compró un grupo electrógeno naftero para operar al aire libre, cuya potencia satisfacía las necesidades de frío (energía acumulable) de la mayor parte de su clientela con instalación ACR y circuito prioritario munido de tablero para conexión segura y rápida de grupo electrógeno propio o externo.
Nuestro colega se compró un grupo electrógeno naftero para operar al aire libre, cuya potencia satisfacía las necesidades de frío (energía acumulable) de la mayor parte de su clientela con instalación ACR y circuito prioritario munido de tablero para conexión segura y rápida de grupo electrógeno propio o externo.
Tener a mano los números de cuenta de cada uno de nuestros clientes: los electricistas podremos cooperar.
Las tarifas
La falta de luz requiere atención inmediata por medio de reclamos que siempre exigen un número de cuenta cuya obtención segura proviene de la factura. Pero como la factura es también un documento esencial para analizar si el cliente está o no correctamente encuadrado en la categoría que le es más conveniente desde el punto de vista tarifario, nuestro colega aprovechó la oportunidad para ofrecerle a su clientela este nuevo servicio tan necesario en vistas a los incrementos tarifarios reiteradamente anticipados por los medios de comunicación, y por las dudas.
Observaciones
Los reclamos son priorizados por las distribuidoras según su cantidad y distribución geográfica. En materia de redundar reclamos, al igual que en ACR que sugiere aumentar circuitos, lo que abunda no daña: al contrario, ayuda.
Recomendaciones
Tener a mano los números de cuenta de cada uno de nuestros clientes: los electricistas podremos cooperar, en bien de la precisión de los datos, discriminando, por ejemplo, si la anomalía es aguas arriba o aguas abajo del medidor, si es falta de fase o no, etcétera, aprovechando de paso para “fidelizar” clientela, encuadrándola en la tarifa que pueda resultarle más conveniente.
La anunciada falta de gas a las puertas del invierno, lo que nos obliga a insistir en que la calefacción eléctrica por bomba de calor es de lejos la más económica.
Comentario final
Hoy más que nunca, la economía de la energía es prioridad absoluta, especialmente por la anunciada falta de gas a las puertas del invierno, lo que nos obliga a insistir en que la calefacción eléctrica por bomba de calor es de lejos la más económica. Ver, si no, la placa de un acondicionador frío-calor: con una demanda del orden de un kilowatt te da tres de calefacción (más detalles en https://www.editores.com.ar/autor/luis_miravalles/20210706_calefaccion_e...). Lástima que no abunden los acondicionadores solo calor, total con varios ventiladores (que son más económicos en todos los sentidos de la palabra) en verano uno se arregla igual o mejor que con el acondicionador.
Habría que distribuir acondicionadores solo calor para tomar dicha forma de energía del ambiente circundante, donde aquella abunda por encima del cero Kelvin (-273 °C), en lugar de generarlo a título más que oneroso para la economía en particular y para la ecología en general, la que ostenta mejor prensa que propuestas practicables.
Habría que distribuir acondicionadores solo calor para tomar dicha forma de energía del ambiente circundante, donde aquella abunda por encima del cero Kelvin (-273 °C), en lugar de generarlo a título más que oneroso para la economía en particular y para la ecología en general, la que ostenta mejor prensa que propuestas practicables.
Por Luis Miravalles
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